En el documental I am your father, de Toni Bestard y Marcos Cabotá, se repasa la carrera de David Prowse, cuya mayor fama proviene de haber encarnado a Darth Vader en la trilogía original de Star Wars. Es un documental imprescindible para comprender el papel incomprendido de un hombre que supo encarnar el mal sin que se le viera un centímetro de piel, que podía cargar con el Emperador con sus propias manos; en resumen, que se hizo amar incluso por los que no aprecian la saga.
Al mismo tiempo que se filmaba la trilogía cinematográfica, Prowse hizo unos spots para la televisión inglesa, en los que interpretaba a un héroe de la seguridad peatonal: Green Cross Man, un musculoso paladín del civismo que se guiaba por el Green Cross Code, un código de cómo cruzar la calle adecuadamente.
Es decir, que David Prowse fue lo que en Japón llaman un Local Hero.
En Youtube podemos ver algunos de sus spots. Este es el primero:
En él, podemos ver a este héroe en su cuartel general, el Green Cross Control, vigilando a los ciudadanos a través de unas pantallas. Supuestamente ha puesto cámaras para asegurarse de que los niños cruzan prestando atención. La verdad, si lo piensas, parece algo guionizado por Alan Moore.
Entonces, ve a unos niños que han cruzado de cualquien manera y utiliza un dispositivo en su muñequera: el Materialiser. El invento no vuelve a mencionarse en ninguno de los spots que he visto, pero es lo que le permite teleportarse hasta los infractores para decirles un par de consejos.
En el segundo spot, llega a emplearlo para materializarse a un metro de donde estaba.
Unos cuatro años después, y ya sin doblaje, Green Cross Man reapareció con un amiguito robot. Aparentemente, ya no utilizaba el Materialiser, o si lo usaba, era de un modo más discreto. Teniendo en cuenta que ahora dependía de las labores de un robot al puro estilo Kabutack, podríamos pensar que Green Cross Man se había vuelto un poco adicto y usaba el teleportador para todo, por lo que su jefe le puso un supervisor para que aquello no se convirtiera en un problema grave.
Este amigo robot, el Green Cross Droid, siguió trabajando por un tiempo, probablemente por lo fácil que era asegurar su aparición en eventos públicos. Aquí lo vemos actuando en solitario:
Pero finalmente, la labor de la patrulla de Green Cross dio sus buenos frutos. En este episodio final, Green Cross Man dirige el escuadrón desde el cuartel, y quien se teleporta para ayudar a los niños es un nuevo miembro: Green Cross Boy. Lo mejor de todo es que apenas es necesario. La estrella de este spot es Peter, un niño que ha aprendido muy bien cómo se debe cruzar la calle. Green Cross Boy sólo se acerca para que tomen buena nota los amigos de Peter.
Aquí terminan oficialmente las aventuras de Green Cross Man, Green Cross Droid, Green Cross Boy y Peter, el niño atento.
Pero ya sabemos que la década pasada ha sufrido una sequía creativa, una crisis nostálgica y un retroceso en los valores, por lo que Green Cross Man tuvo que desempolvar su Materialiser y decirle obviedades a gente de sus buenos treinta años.
Es un poco penoso ver este regreso, porque las circunstancias han cambiado. No es solamente que ya no dé consejos a niños, sino a adultos que deberían conocer el código. Es que se palpa esa falta de conciencia en el tipo que cruza sin mirar con un carrito de bebé. Esto no pasaría con Peter. Peter no traería a Green Cross Man de vuelta de su jubilación. ¡Dejen al buen hombre descansar!
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