KR Zero-One (17-20) RESEÑA PRESENTED BY ZAIA




¿Recuerdan lo del Humagear que quería hacer sushi? Pues pasado el arco argumental de los MetsuBros, entramos en una etapa similar. No es que llegue a ser aburrida, pero los de A.I.M.S. están tan desaprovechados que sólo les queda entretenerse jugando con Horobi a Hannibal Lecter.


Capítulos 17 y 18
«Arreglos florales, ¡qué guay!»

Aruto acepta la apuesta que le ofrece Amatsu: sus Humagears tendrán que superar en cinco rondas las habilidades de un humano que use las gafas Zaia Spec (se ve que en este universo Zaia compró Google).
Hablemos claro. Esta competición entre Hiden y Zaia no es más que un Jacking Break: una excusa para que Thouser extraiga los poderes de todas las transformaciones de los buenos. La supremacía de los humanos es lo de menos, pues si Gai Amatsu realmente creyera en el potencial humano al 1000%, competiría sin necesidad de las gafas Zaia Spec. Pero se ve que está en la crisis de los 40 y necesita demostrar a la robowaifu que él es mejor que Aruto.

El humano experto en arreglos florales se comporta de un modo muy poco humano con su adversaria Humagear. Ésta se conecta a la voluntad del Arca sin necesidad de que Jin le enchufe el belt de Ryuki, transformándose en un Magear Onycho.
La destruye Thouser, quien a continuación tiene un combate apasionante con Zero-One. Me parece una batalla breve pero memorable, porque Aruto en su forma de Shining Hopper logra dar a Thouser muchos golpes y ninguno parece hacer efecto. Su único recurso es emplear el sistema de cálculo de tácticas al microsegundo para esquivar los ataques y tratar de dar alguno más. Pero es en vano, Thouser es demasiado poderoso. Saben transmitir la imbatibilidad de cada uno de sus movimientos.

Lo más interesante —sí, más interesante que una competición de ikebana— es que en la ronda final de arreglos florales quien se transforma en monstruo es el humano de las Zaia Spec. Una figura misteriosa de voz femenina anda repartiendo unos cinturones Raid Riser, y claro, ahora se transforman también los humanos. La verdad, pasé un mal rato pensando que Thouser iba a matar al Crushing Buffalo Raider. ¡Cuidado, hay un señor dentro! Pero supongo que Thouser sabe cuál es el umbral preciso de daño para desactivar la transformación y no llevarse todo por delante. Qué alivio...
Aunque Aruto ha perdido la primera ronda.

 
Capítulos 19 y 20
«Inmobiliarias, ¡qué guay!»

En lo formal, no hay mucha diferencia entre este two-parter y el anterior. Se repite la fórmula: el humano competidor se pone paranóico, acepta un Raid Riser de la encapuchada y sabotea a la Humagear. Al final, parece que ganó Hiden, pero gana Zaia otra vez.
Bueno, está la novedad de que Aruto también sabe derrotar a los Raiders sin hacer daño al señor que está dentro, pero en fin.
La cuestión es que los humanos van ganando porque no se rigen a las normas de la ley natural, sino al capitalismo. Aruto está ganando dentro de sus propios términos, porque sus Humagears ayudan a todos a ser más humanos; pero Amatsu está ganando a su manera también, porque se han jugado Hiden Intelligence a cinco rondas y Zaia ya ha ganado dos.
Creo que el mejor valor de Kamen Rider Zero-One es la riqueza de reflexiones que puedes sacar de unas tramas donde los robots se comportan de la forma más humana y los humanos piensan como máquinas.

En cuanto al sangrón de Fuwa, ¿qué le habrá pasado? ¿Quién es esa figura fantasmal que le hizo meterse en lo oscuro? La respuesta, la próxima semana, en «Doce hombres sin Yellow Buster».

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