Lupinranger VS Patranger - 36


¿Cansados de tanta trama de los Lupin? Aquí viene una para el escuadrón policial.

Este capítulo toma las habilidades y rasgos más destacables de los Patranger y los lleva al límite.

Un ataque del gangler de turno vuelve a Sakuya torpe. ¡Más aún! Se vuelve tan torpe que acepta un regalo del gangler disfrazado y se lo da a Keiichiro: un collar que absorbe su furia.
Ya sabemos lo irritable que es Keiichiro, pero lo que nadie sabe es que el collar transmite esa ira a una bomba en plena ciudad. ¡Es una patata caliente! Tsukasa tendrá que volverse más eficiente en batalla para disimular el mal desempeño de sus compañeros. Como siempre.



Por mucho que Sakuya presuma de su talento para la puntería, una vez más el milagro que salvará la ciudad es la colaboración entre los Patranger y los Lupinranger.

No obstante, todo hay que decirlo, en esta ocasión presenciamos cómo Tsukasa derriba en cinco segundos a los Lupinranger.
Sólo necesitaba un techo bajo para que no escaparan. Y que no estuvieran molestando el torpe y el sangrón.

Por su parte, a los Lupin se les ocurre usar como base del robot gigante la Lupin Magnum, que si le añades piezas se llama Lupin Magnum Superior. Es un respiro saber que puedes contar con este pequeñín para que luche solo. ¿Habrá alguna razón por la que Goodie no luche solo?



Si me dijeran que el guion de este capítulo pertenecía a otro descartado del inicio y que lo reciclaron para dar un respiro a la trama en este momento, me lo creería. Si nos fijamos bien, Noel prácticamente no participa. Se limita a ayudar a Jim y a decir líneas de diálogo que bien podría decir Tsukasa.
Pero la gracia de Kaitou Sentai Lupinranger VS Keisatsu Sentai Patranger es que cada semana la pelota está en un tejado distinto. Por sí solos, estos dos escuadrones no aguantarían tener una temporada entera para ellos. Es precisamente porque han sido creados para proporcionarnos una experiencia de contraste. Son la pizca de sal que hace el melón más dulce.
Y por eso, aunque estemos delante de un episodio sencillo, en el que la trama apenas avanza, cualquier amante de los Pato agradecerá acompañarlos en esta aventura por la disciplina y el autocontrol.

Porque justo de esto trata el capítulo 36: de que los niños que ven el programa piensen en la ira como en un cúmulo que al final estallará.
Que gracias a sus héroes vean cómo cualquiera de nosotros podemos enfadarnos o tener un día torpe de vez en cuando, pero que dejarse llevar por la ira es una decisión personal.



Dependiendo del ánimo del espectador, pensará que es un episodio del montón, o quizá verá el valor que tiene para su público objetivo.
Sea como sea, si has seguido viendo LuPat hasta esta altura, te sentirás orgulloso de los Patranger por tener la confianza propia de apuntar a lo más alto, dejar a un lado la ira, y tumbar a los ladrones en cinco segundos. Reconozcámoslo, si Tsukasa no es la capitana del escuadrón es porque el rosa no impone.


La semana que viene: el monstruo que te manda pa' casa.

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