En 1954, un año después de The Beast from 20,000 Fathoms (El monstruo de tiempos remotos), y medio año antes que Godzilla, EEUU le encontró el gusto a las películas de efectos especiales.
Nadie había podido superar la grandeza de King Kong (1933), y por hoy tampoco lo lograrán, porque hoy vamos a hablar de Creature from the Black Lagoon (El monstruo de la laguna negra / La mujer y el monstruo).
¿Por qué tratar esta película en una página sobre tokusatsu? Porque, aunque americano, ¡esto es tokusatsu! La prueba es que está ambientada en un Brasil alternativo donde hablan español, igual que nos dieron a entender en Kamen Rider OOO y Zyuden Sentai Kyouryuger.
Así, un importante biólogo interpretado por Antonio Moreno, con el apoyo de los muy brasileños Luis y Tomás, descubrirán una mano humanoide fosilizada. Una exactamente igual que la de la criatura que tienen a dos metros con la mano asomando del agua.
Es importante sacar la mano del monstruo a los dos minutos, o la gente se aburrirá nada más empezar.
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| ¿¡¡Una mano!!? |
El doctor Antonio Moreno se reúne con una joven pareja de investigadores que ya se quiere casar porque llevan saliendo seis meses y la cosa se está poniendo indecente. Les lleva al brasileñísimo Instituto de Biología Marítima, donde asistimos al discurso obligatorio de que la vida empieza con peces con patitas y termina con naves espaciales. Hay que reconocerlo, cuando hablan de naves espaciales la peli se anima.
Para que no decaiga, el monstruo mata a los pobres Luis y Tomás, cuyo único pecado era vivir en un Brasil donde todos hablan español y se oyen cucaburras australianos. Pero como todavía es muy pronto para enseñarnos el monstruo, sólo podemos verle la mano, así que los tiene que matar tapándoles la nariz.
Los protagonistas se llevan un disgusto con el estropicio. Pero enseguida se les pasa porque es muy divertido navegar en el barco Rita por el río Amazonas hablando del Devónico.
Tienen que bucear para recoger muestras de tierras arcillosas en el fondo del agua. ¡Sin prisa! Eran los tiempos de Esther Williams y para el público era una novedad ver gente nadando.
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| Es casi relajante. |
Más o menos a los veinte minutos vemos al monstruo entero. Vemos cómo ve cómo nadan los protas. Siempre en las sombras, escondido en las algas. A veces nada muy cerca, a veces se vuelve a esconder.
En fin, que construir escenas bajo el agua es más difícil de lo que parece; tienes que montar un material que de por sí es lento. ¡Y claro, es que esta película se hizo para ver en 3D! Por muy buen trabajo que hayan hecho en la remasterización, las películas 3D son aburridas en 2D.
A partir de aquí la película me pareció demasiado aburrida porque al principio habían hablado de naves espaciales y luego no hay. Parece que esté viendo otra vez King Kong, pero sin dinosaurios, sin tribus y sin imaginación.
La intención del director, Jack Arnold, era explotar el miedo a nadar cuando no sabes qué puede haber bajo el agua. Pero claro, lo ambienta en el río Amazonas, donde no vamos de vacaciones cada tres meses, y no creo que sea un miedo extrapolable a una piscina municipal. Es como cuando ves The Blair Witch Project. Aunque lo pasases mal mientras la veías, luego te das cuenta de que no vives en Maryland, y si no has profundizado en ciertos aspectos de la historia, tu impresión se desinfla.
Puntos fuertes de la película:
- La secuencia inicial. Nos representan la creación del planeta Tierra con humaredas y estallidos. Este estilo tan básico como eficaz no sería de nuevo utilizado hasta la última temporada de Twin Peaks (2017).
- Ricou Browning, el buceador profesional que estaba dentro de la criatura cuando bucea, aguantaba la respiración durante casi cuatro minutos para sus tomas. Gran acierto, ya que se supone que respira por las branquias. En las secuelas parece que tenían prisa, porque los sucesivos monstruos sí echan aire.
- Hicieron dos trajes de la criatura, uno ligero para nadar y otro con una boca que boquea como la de un pez. Mucho yuyu.
- Te puedes identificar con el marginado a quien no comprenden ni los buenos.
- A Jack Kirby le salió un buen homenaje en el nº 97 de Los Cuatro Fantásticos: ¡La criatura de la laguna perdida!
Puntos flacos:
- La mitad de la peli es gente buceando. Y no es como en Thunderball, que por lo menos tenías música de John Barry. No, aquí es pura gente metida en el agua.
- Los personajes masculinos son clichés, apenas se distinguen por la voz.
- Al ser filmada para ver en 3D, se regodean demasiado en que se vea bonito y no en que se vea emocionante. King Kong era de veinte años antes y no te daba tregua. Ni siquiera El hijo de Kong te daba un respiro. En el caso de Creature from the Black Lagoon, te da tiempo a escribir las anotaciones para la crítica al mismo tiempo que la ves.
- La diseñadora del traje del monstruo fue Milicent Patrick. Hasta aquí, bien. Pero como era una mujer, Bud Westmore (responsable de maquillaje y caracterización) la despidió y le robó el crédito durante todas estas décadas. Por suerte, hace un mes se publicó el libro que le devuelve el crédito: The Lady from the Black Lagoon.
- Si esta película fuese casi desconocida, destacaría más su calidad técnica. Pero que fuera una obra de culto elevó demasiado mis expectativas.
En resumen, una película sin demasiadas exigencias para "verla" con tu criatura en la fila de atrás.






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